En el Instituto Veritas de Pozuelo de Alarcón (Madrid) llevan años acudiendo a comedores sociales para ayudar a las personas vulnerables, y también para que sus alumnos sean conscientes de la desigualdad social que les rodea, y de la importancia de la solidaridad con aquellos que más lo necesitan. Adoración López-Bravo, profesora del centro y una de las encargadas de acudir al comedor social, nos cuenta su experiencia.
El cambio climático, la deforestación, la destrucción de entornos naturales, son problemas que, en pleno siglo XXI, cada vez cobran más importancia. La sociedad es cada vez más consciente de la necesidad de cuidar y preservar la naturaleza y el medioambiente. Por eso, es crucial que las nuevas generaciones vayan entendiendo que cada uno de nosotros tiene su pequeña dosis de responsabilidad en proteger nuestro planeta y los seres vivos que lo habitan. Y es que, igual que se aprende matemáticas, informática o inglés, es necesario que los estudiantes aprendan a conocer y respetar la naturaleza. En el colegio Pedro Poveda de Palma ya trabajan en este sentido con la ecoalfabetización, un concepto que ha llegado para quedarse y que forma parte ya de su programa educativo. Charlamos con ellos para que nos cuenten los detalles sobre el mismo.
Cada alumno es diferente. Puede parecer obvio, pero cada persona tiene capacidades distintas, aprende de forma diferente, tiene su propia personalidad, intereses, gustos, aficiones... Por eso, aunque las clases sen iguales para todos, es necesario que los profesores tengan en cuenta a cada estudiante de forma individual, porque atendiendo a sus necesidades específicas su proceso de aprendizaje será más cómodo y satisfactorio. Bien lo saben en el colegio Santa Teresa de Alicante, donde han implantado un sistema de seguimiento individualizado del alumno que ya está dando sus frutos. Hemos hablado con ellos para que nos cuenten un poco más sobre cómo lo llevan a cabo.