El inicio de la etapa escolar es uno de los momentos más delicados para los más pequeños y sus familias. El primer día de colegio puede ser un cúmulo de emociones: entusiasmo, nervios, y en muchos casos, lágrimas. Para entender mejor cómo es este proceso, hemos hablado con Pilar, directora de infantil del colegio Pedro Poveda de Jaén, quien nos ha contado los detalles de cómo gestionan los primeros días en su centro.
"Nosotros los primeros días partimos los grupos de 25 en dos, de esta forma tenemos una atención más personalizada y no hay tanto revuelo, por tanto los niños están más tranquilos y se sienten más seguros", explica Pilar. Esta división de los grupos permite que los niños se vayan adaptando poco a poco a su nueva realidad, sin sentir el impacto de un entorno demasiado grande o abrumador.
El primer día de colegio en el Pedro Poveda es especialmente suave. Durante una hora, los niños asisten acompañados de un familiar. Esta hora es clave para que se sientan más cómodos y seguros en el aula. Además, realizan una actividad manual especial: una manualidad que permanecerá colgada en la clase durante todo el año. Este año, han trabajado con una sencilla pero significativa manualidad: la silueta de la mano del familiar, y dentro de ella, la mano del niño. Esta pequeña obra de arte se convierte en un símbolo de seguridad para los pequeños, ya que les recuerda a su ser querido cuando lo necesiten.
El segundo día ya asisten solos, y como es de esperar, suele ser más complicado. "Suele haber más llantos", reconoce Pilar, "pero nosotras buscamos canciones y juegos para que sea lo más divertido posible y no sientan tanto la ausencia de casa". El objetivo es que los niños se entretengan y asocien el colegio con una experiencia positiva y divertida.
Otro de los aspectos clave que menciona es que si hay niños que vienen de la misma guardería, se les agrupa para que sientan la cercanía de caras conocidas. Este detalle, aparentemente pequeño, tiene un gran impacto en los niños, ya que les proporciona un vínculo de seguridad en un entorno que aún les resulta desconocido.
En el colegio Pedro Poveda de Jaén, la metodología educativa para los primeros días de infantil está clara: los niños deben divertirse y desear volver. "Nuestra misión es que se sientan felices en el colegio", subraya Pilar, y esto se refleja en cada detalle del proceso de adaptación.