En la era digital, donde la tecnología domina muchos aspectos de nuestras vidas, el Colegio El Armelar ha encontrado en la asignatura de Artes Escénicas una herramienta poderosa para el desarrollo integral de sus alumnos. Rocío Alastrué y María José Díaz, profesoras del colegio y parte del equipo encargado del musical anual, nos comparten su visión sobre la importancia de esta asignatura y cómo influye significativamente en la vida de los estudiantes.
Para ambas, la asignatura de Artes Escénicas es mucho más que una simple materia escolar. "En una época tan tecnológica, las Artes Escénicas ayudan a los alumnos a mejorar significativamente sus relaciones personales. Fomentan su autoestima y les permiten superarse a sí mismos", comenta. La interacción cara a cara y el trabajo en equipo que se promueven en estas clases son esenciales para que los estudiantes desarrollen habilidades sociales y fortalezcan su autoconfianza.
María José Díaz destaca el valor del trabajo en equipo y la cohesión que se fomenta en las clases de Artes Escénicas. "La asignatura fomenta el trabajo en equipo y su cohesión. Los estudiantes desarrollan habilidades sociales y un mejor autoconocimiento", añade. La colaboración es fundamental en cada producción, y los alumnos aprenden a confiar y apoyarse mutuamente, formando lazos de amistad duraderos.
Además, las Artes Escénicas son una vía para que los alumnos enfrenten y superen retos personales. "Se nota un cambio enorme en cómo empiezan la asignatura y cómo la terminan. Mejoran su capacidad comunicativa y su forma de relacionarse", afirma Rocío Alastrué. Muchos alumnos optan por esta asignatura precisamente porque desean vencer la timidez y reforzar su confianza. "El arte les aporta mucho a nivel personal. Para algunos alumnos, esta asignatura, que es optativa, representa un reto porque son muy vergonzosos y quieren reforzar esa parte de sí mismos", concluye María José Díaz.