Hemos hablado con Álvaro Avellaneda, profesor de matemáticas del Colegio Santa Teresa de León, parte de la red de centros Institución Teresiana. Álvaro comparte con nosotros su visión y estrategias para hacer de las matemáticas una asignatura apasionante y accesible.
"Claro que se puede enseñar de una forma diferente", afirma Álvaro. "Los alumnos suelen aceptar muy bien todo lo que suponga un cambio en el estilo de enseñanza-aprendizaje más tradicional. Además, está demostrado que integran y retienen mejor y durante más tiempo los contenidos que se abordan desde una metodología más innovadora".
Esta afirmación resalta la importancia de adaptar las técnicas de enseñanza para que sean más atractivas y eficaces. Álvaro enfatiza que las matemáticas están presentes en nuestra vida diaria y que, independientemente de la carrera o profesión que elijan los estudiantes, necesitan una base sólida en matemáticas.
Álvaro utiliza diversas estrategias para hacer las clases de matemáticas más dinámicas. "Dependiendo del contenido y del grupo y su estilo de aprendizaje, suelo buscar situaciones de trabajo manipulativo, cooperativo, actividades interactivas… Con el feedback de los alumnos y la experiencia de los años ves qué estilos y técnicas son los que mejor se adaptan a ellos".
Estas palabras subrayan la importancia de conocer a los estudiantes y ajustar las metodologías según sus necesidades. El trabajo manipulativo y cooperativo, así como las actividades interactivas, son herramientas clave para mantener a los estudiantes comprometidos y motivados.
"No solo es importante el pasar a otra fase o el recibir una mención (que también porque a todos nos gusta que se reconozca nuestro trabajo) pero el simple hecho de participar les hace estar más motivados a seguir aprendiendo en el aula aunque se trate de una actividad extracurricular", comenta Álvaro.
Este enfoque en la motivación a través de la participación y el reconocimiento es crucial. Los estudiantes no solo buscan calificaciones, sino también sentirse valorados y parte de un proceso de aprendizaje colaborativo.
Álvaro también menciona las ventajas de las evaluaciones globales. "Una de las ventajas es que se enfrentan a una prueba global y no tan específica de una sola situación de aprendizaje. Otro aspecto positivo es que me permite descubrir que hay alumnos muy buenos en el ámbito matemático y en este tipo de pruebas aunque sus calificaciones no sean las más altas".
Además, estas evaluaciones le permiten a él como docente aprender y mejorar en la forma de abordar ciertos contenidos y su evaluación, demostrando que la enseñanza es un proceso bidireccional donde tanto estudiantes como profesores están en constante aprendizaje.