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Juanma Plaza, profesor de Educación Física en el colegio Pedro Poveda de Jaén, nos comenta: "El verano es un tiempo en el que suele descender la actividad física que muchos niños hacen a lo largo de la semana, especialmente por la ruptura con la rutina del curso escolar y el fin de las actividades deportivas extraescolares”.

Afirma que “en este tiempo recomiendo seguir una actividad física diaria en la que el ejercicio aeróbico y el de fuerza estén muy presentes”. Algunas de sus sugerencias son:

  1. Natación
  2. Ciclismo
  3. Deportes de raqueta
  4. Actividades náuticas
  5. Senderismo

Juanma, además, explica que es fundamental que los niños mantengan una actividad física regular para preservar su salud y bienestar. Las actividades físicas no solo tienen beneficios evidentes para el cuerpo, sino que también son cruciales para el desarrollo mental, social y emocional de los niños: "La actividad física y el deporte son esenciales para el mantenimiento y la mejora de la salud en niños y adolescentes, al igual que para la prevención de enfermedades. A este respecto, los beneficios físicos y fisiológicos de la actividad física son de sobra conocidos por la mayor parte de la población. Sin embargo, la práctica de actividad física también implica una serie de beneficios a nivel mental, social y emocional: ayuda a mejorar el humor, reduce el riesgo de sufrir desórdenes mentales, promueve la sociabilidad, facilita la integración, etc."

Para fomentar la práctica de deportes o juegos que no requieran tecnología, Juanma sugiere que las familias planifiquen adecuadamente el tiempo libre de sus hijos para evitar que se dediquen excesivamente a actividades sedentarias. "Como sabemos, los niños disponen de mucho tiempo libre durante las vacaciones que, normalmente, emplean en actividades inactivas. Como familias, debemos dar una gran importancia a llevar a cabo una buena planificación del tiempo de nuestros hijos para que, de este modo, no empleen demasiado en actividades sedentarias. 

Juanma advierte “un uso excesivo de las pantallas puede resultar muy perjudicial para los niños. No olvidemos que la Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños y adolescentes no pasen más de dos horas al día con este tipo de dispositivos. En efecto, una sobreexposición a las pantallas puede afectar gravemente al desarrollo psicológico y a la capacidad de aprendizaje de los menores."