En el corazón de Guadix, el colegio Padre Poveda está sembrando semillas de conciencia verde en las mentes jóvenes de mañana. Hablamos con Antonio Jabalera, director de este colegio, quien nos cuenta cómo están llevando a cabo una labor increíblemente importante: fomentar la conciencia sobre el cambio climático desde la infancia, algo que se alinea con los valores fundamentales de la Institución Teresiana.
Dentro del centro, la educación no se limita a los libros de texto; va mucho más allá. A través de su programa "Creciendo en Salud", los niños y niñas no solo aprenden sobre la salud mental y el autocuidado, sino que también se sumergen en el apasionante mundo de la conciencia ambiental. Aquí, el cambio climático se entrelaza con cada aspecto de su aprendizaje, creando ciudadanos del mundo que comprenden su papel en la protección de nuestro planeta.
Educación Ambiental en Acción
Los alumnos y alumnas son parte integral del proceso y participan en talleres a lo largo del año, donde aprenden sobre el agua, los residuos, la biodiversidad y el funcionamiento del ecoparque local. Estas actividades, diseñadas en consonancia con la Agenda 2030, son experiencias interactivas que permiten a los estudiantes tocar, sentir y comprender la importancia de la naturaleza en nuestras vidas.
Ejemplo de esta iniciativa son acciones como salida a las calles, donde hacen inventario de los residuos y escriben cartas a las autoridades locales para señalar los problemas encontrados.
Además, los estudiantes han instalado cajas nidos para las aves y un hotel de insectos y han visto cómo mariquitas y larvas prosperan en su propio ecosistema creado. Incluso, han llegado a crear su propio abono para su huerto urbano a través de residuos generados en el centro.
Estas son lecciones prácticas que inculcan el respeto y el amor por todas las formas de vida.
Sembrando Semillas para el Futuro
Es fundamental entender que el cambio climático es una realidad tangible y apremiante. Inculcar esta comprensión desde temprana edad es como sembrar semillas: cada pequeño esfuerzo, lección y actividad contribuyen a una ola de cambio. La educación sobre el cambio climático es una necesidad. Y en colegios como el Padre Poveda, ven cómo se convierte en una realidad vibrante y esperanzadora, preparando a la próxima generación no solo para enfrentar los desafíos del mundo, sino también para transformarlos.